Resuperficialización de cadera - 20/11/13
Resumen |
La resuperficialización de cadera de segunda generación presenta muchas ventajas respecto a las prótesis tradicionales: conservación de la reserva ósea femoral y acetabular, ausencia de luxación, integridad de la diáfisis femoral con reducción del riesgo de embolia y de sepsis, posibilidad de reanudación del deporte sin restricciones, reconstrucción automática de la biomecánica coxofemoral, restauración de los parámetros de la marcha, etcétera. Sin embargo, todos estos argumentos se relacionan directamente con una técnica de implantación quirúrgica muy rigurosa, sin la cual existe el riesgo de que aparezcan riesgos específicos, como una fractura del cuello femoral. La conservación ósea femoral hace que la exposición del cotilo sea más difícil que para una prótesis tradicional. Asimismo, la posición frontal y sagital del implante femoral (offset anterior) provoca consecuencias directas sobre la función de la cadera. Se pueden utilizar todas las vías de acceso para implantar una resuperficialización, aunque en la inmensa mayoría de los casos, la vía posterolateral es la preferida. La fijación de la cúpula se efectúa sistemáticamente mediante un revestimiento poroso sin cemento, mientras que la fijación femoral puede, según algunos criterios, ser cementada o no. El tipo del par de fricción de la resuperficialización (metal-metal) implica una colocación específica de la cúpula acetabular para evitar los inconvenientes de una mayor producción de iones metálicos.
El texto completo de este artículo está disponible en PDF.Palabras clave : Resuperficialización, Artroplastia, Luxación, Metal-metal
Esquema
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