Las reintervenciones tardías de pacientes operados de la columna no son excepcionales. Cada vez es mayor el número de pacientes que presentan dolor y deformaciones de la columna, que se toleran mal en nuestras sociedades modernas. Las instrumentaciones y técnicas se han perfeccionado en los últimos 30 años, con el objetivo principal de mejorar los resultados quirúrgicos y con la posibilidad de realizar intervenciones cada vez más complejas. Sin embargo, los resultados de estos tratamientos quirúrgicos no siempre son tan buenos como sería de esperar y el número de pacientes que deben someterse a una reintervención tardía no deja de aumentar. La confianza de los cirujanos de la columna en las nuevas técnicas ha dado lugar a un aumento de las indicaciones quirúrgicas (sobre todo en adultos), a pesar de una mejor comprensión de la biomecánica de la columna. Esta situación paradójica tiende a explicar el hecho de que los progresos suelen producirse después de una sucesión de pruebas y errores. La experiencia de los autores de este articulo se basa en 318 reintervenciones tardías en los últimos 25 años. Tanto las técnicas de revisiones como sus complicaciones varían según las afecciones iniciales y los grupos de edad, pero todas requieren intervenciones prolongadas, agresivas y peligrosas, con un riesgo quirúrgico muy elevado. El número de complicaciones observadas es importante, aunque si se respetan varios requisitos, los resultados obtenidos en los casos más complejos suelen ser satisfactorios en última instancia. Entre las diversas lecciones que se han extraído de esta experiencia, es esencial conceder la prioridad a la restauración del equilibrio global de la columna. Esto es aplicable tanto a la cirugía inicial como a las reintervenciones. Al considerar los requisitos de esta cirugía, es indispensable confiarla a equipos experimentados que dominen todas estas técnicas quirúrgicas complejas y que dispongan de un entorno adecuado para el tratamiento de estos pacientes.