¿Es necesario colocar un catéter doble J de forma sistemática en caso de trasplante renal? - 05/06/07
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La protección de las anastomosis urinarias con un catéter ureteral es de práctica corriente en urología, pero su uso sistemático en el trasplante renal es motivo de controversia. Para algunos, la inserción sistemática de un catéter doble J reduce la incidencia de las complicaciones ureterales (fístulas y estenosis). Para otros, que prefieren la inserción selectiva en situaciones de riesgo, la colocación de un catéter doble J no paliaría un defecto técnico. Peor aún, ésta es responsable de complicaciones que le son propias (infecciones, incrustaciones, hemorragias), aumenta el coste del trasplante y, de todos modos, resulta inútil en más del 90% de los casos. El propósito de este artículo, en lo que se refiere a las anastomosis ureterovesicales según Lich-Gregoir en trasplante renal, es analizar los riesgos de la introducción sistemática de un catéter doble J, con su coste y el riesgo infeccioso incluidos, y evaluar los beneficios sobre la prevención de las complicaciones ureterales.
El texto completo de este artículo está disponible en PDF.Palabras Clave : Complicaciones urológicas, Trasplante renal, Riñón, Catéter ureteral, Catéter doble J
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