Toxoplasmosis congénita - 18/12/06
páginas | 7 |
Iconografías | 6 |
Vídeos | 0 |
Otros | 3 |
Resumen |
La toxoplasmosis congénita se debe a una transmisión vertical de la madre al feto del parásito Toxoplasma gondii tras una primoinfección materna. El número de nuevos casos de toxoplasmosis congénita se estima (en Francia) en 700 al año, es decir, una tasa del 1/1.000 recién nacidos vivos. El riesgo de contaminación fetal es más elevado cuanto más avanzada esté la gestación en el momento de la infección materna. Inversamente, el riesgo de que la infección fetal sea grave disminuye con el progreso del embarazo; las infecciones del tercer trimestre suelen ser asintomáticas al nacer. En caso de seroconversión materna, se inicia un tratamiento con espiramicina para reducir el riesgo de transmisión maternofetal. El diagnóstico analítico de una infección fetal se basa en la reacción en cadena de la polimerasa en el líquido amniótico. Ante un diagnóstico prenatal positivo, se administra un tratamiento continuo que asocie sulfadiazina o sulfadoxina y pirimetamina, hasta el parto; en las formas graves, puede realizarse una interrupción voluntaria del embarazo. El tratamiento posnatal de las infecciones congénitas demostradas asocia de forma continua una sulfamida y pirimetamina. No elimina el riesgo de aparición de una coriorretinitis tras un período de varios meses o años, por lo que la vigilancia oftalmológica sistemática es indispensable hasta la edad adulta.
El texto completo de este artículo está disponible en PDF.Palabras Clave : Primoinfección materna, Prevención, Calcificaciones cerebrales, Coriorretinitis, Pirimetamina, Sulfamidas
Esquema
Bienvenido a EM-consulte, la referencia de los profesionales de la salud.
El acceso al texto completo de este artículo requiere una suscripción.
Bienvenido a EM-consulte, la referencia de los profesionales de la salud.
La compra de artículos no está disponible en este momento.
¿Ya suscrito a este tratado ?