Las enfermedades cardiorrespiratorias en las que la capacidad física y la tolerancia al esfuerzo están disminuidas son numerosas. Estos dos parámetros pueden evaluarse mediante pruebas de esfuerzo que, según las situaciones, se realizan en el laboratorio o sobre el terreno. Las pruebas de marcha son útiles para el control de rutina y fáciles de hacer en la práctica corriente. Hay varias clases. La más conocida es la prueba de 6 minutos, que debe ajustarse a un patrón estándar para poder comparar el resultado con las normas existentes. En el resultado de esta prueba influyen varios factores. En cuanto a su interpretación, existen ecuaciones de referencia para aplicar en niños y en adultos.