Las radionecrosis de los tejidos de sostén son lesiones crónicas cuya evolución espontánea es la agravación. Su tratamiento es esencialmente quirúrgico y es necesario por los riesgos de sobreinfección local y general, así como por el peligro de malignización a largo plazo. La cirugía de las radionecrosis es muy exigente. Debe tener en cuenta múltiples factores: la situación local y general del paciente, así como la fiabilidad y la factibilidad de las técnicas quirúrgicas propuestas en función de la localización. Deben respetarse varios puntos. En el período preoperatorio, se requiere una preparación del paciente y de la lesión, destinada a corregir los factores de riesgo adicionales que retrasen la cicatrización. Durante la intervención, las precauciones requeridas son las de cualquier cirugía sobre tejidos radiados. El desbridamiento debe incluir a todos los tejidos radiodistróficos. La reconstrucción es inmediata y su elección se realiza sobre todo en función de la fiabilidad de los distintos procedimientos posibles según las localizaciones, con la obligación de aportar tejidos de una troficidad adecuada. El pedículo de los colgajos (o la anastomosis vascular en caso de una solución microquirúrgica) no debe situarse en una zona irradiada. La cirugía de las radionecrosis es compleja y responde a criterios estrictos. Debe realizarse por equipos entrenados para limitar los riesgos de complicaciones, y está motivada sobre todo por el peligro de sobreinfección y de malignización. La cirugía debe permitir mejorar la calidad de vida de los pacientes.