La hipertensión arterial infantil tiene una definición específica según el sexo, la estatura y la edad. El estudio diagnóstico de una hipertensión arterial infantil se realiza en dos etapas: una investigación inicial mediante la anamnesis, la clínica y las pruebas radiológicas y biológicas, seguida de exploraciones específicas que dependen de la primera orientación. En los niños prepúberes, la hipertensión arterial es secundaria a una causa curable en la mayoría de los casos: nefropatías crónicas graves, obstrucción urinaria y cicatrices renales, enfermedades vasculorrenales aisladas (displasia fibromuscular, arteriopatía calcificante difusa) o sindrómica (neuroectodermosis, síndrome de Williams-Beuren, seudoxantoma elástico), feocromocitoma y paraganglioma, hipertensión arterial monogénica o endocrina. La hipertensión arterial esencial de inicio precoz es el problema más habitual en la adolescencia, con factores de riesgo bien identificados: sobrepeso, síndrome metabólico, antecedentes familiares.