Las fracturas de la pierna son muy diversas y a veces complejas, ya que se trata de una parte del esqueleto que comprende dos huesos. Las partes blandas que protegen los huesos sólo en parte se lesionan con frecuencia y el segmento diafisario central tiene una longitud reducida. Dentro de las indicaciones terapéuticas, hay que tener en cuenta tanto las lesiones de las partes blandas como el tipo de fractura. Aunque el tratamiento ortopédico ya apenas se utiliza, las fracturas de la diáfisis tibial no pueden ser ya consideradas de forma esquemática como fracturas destinadas a enclavado cuando son cerradas, y a estabilizarlas mediante fijador externo cuando son abiertas. Las técnicas y las modalidades de los distintos métodos de osteosíntesis -enclavado, osteosíntesis con placa, fijación externa- han evolucionado de forma considerable en los últimos años aunque sus respectivas indicaciones deben ser revisadas completamente. La placa de osteosíntesis tiene sus indicaciones en las fracturas difíciles de enclavar como las fracturas proximales o distales; se puede hacer un enclavado en las fracturas abiertas graves siempre que se haga una esmerada limpieza y un colgajo inmediato o precoz.