Erupción aguda diseminada - 09/04/25

Resumen |
Una erupción aguda diseminada consiste generalmente en un eritema de máculas y pápulas de inicio brusco y difuso que, por lo tanto, genera un exantema maculopapuloso. Se trata de una situación muy frecuente en la práctica cotidiana para los dermatólogos, pediatras, médicos de familia y de urgencias. Las dos situaciones etiológicas que prevalecen son las toxicodermias en el paciente anciano y las viriasis en el niño, pero existen frecuentes factores de confusión que en ocasiones dificultan el diagnóstico etiológico. Un enfoque práctico consiste en realizar una anamnesis, estudiar y, en caso necesario, explorar al paciente, con el fin, en primer lugar, de descartar un cuadro grave, y en segundo lugar, identificar la etiología más probable. Los exantemas maculopapulosos constituyen el signo más frecuente de las reacciones a los medicamentos. El síndrome de hipersensibilidad es una toxicodermia grave con riesgo de afectación sistémica. Gran cantidad de virus pueden desencadenar una erupción aguda diseminada. La noción de contagio y los signos acompañantes (fiebre, adenopatías, síntomas respiratorios, digestivos o musculoarticulares) orientan el diagnóstico. Las erupciones toxínicas, como la escarlatina y el síndrome del shock tóxico estafilocócico, provocan exantemas escarlatiniformes. Otras bacterias, como el treponema, el meningococo y las rickettsias, pueden provocar exantemas por mecanismo no toxínico. La enfermedad de Kawasaki, la linfadenopatía angioinmunoblástica y la reacción aguda de injerto contra huésped son también diagnósticos diferenciales de exantema maculopapuloso diseminado.
Palabras clave : Exantema, Infección vírica, Infección bacteriana, Erupción toxínica, Toxicodermia
Esquema
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