Hipertensión arterial crónica y embarazo - 24/03/25
Resumen |
En la mujer embarazada, la hipertensión arterial (HTA) crónica (HTAC) se define como una HTA ya conocida antes del embarazo o que se descubre antes de las 20 semanas de amenorrea (SA). Esta eventualidad afecta al 1,5-1,8% de los embarazos. La HTAC aumenta la frecuencia de la mayoría de los acontecimientos fetales y maternos. En la cohorte francesa Conception, la prevalencia de preeclampsia, prematuridad y peso al nacer por debajo del percentil 10 fue, respectivamente, del 17,1%, el 19% y el 24,4% en caso de HTAC, frente al 2,7%, el 7,3% y el 14% en las mujeres normotensas. Los principales factores de mal pronóstico son una presión arterial mal controlada al inicio del embarazo y la asociación a diabetes, hipertrofia ventricular izquierda, proteinuria igual o superior a 300 miligramos en 24 horas o insuficiencia renal. Se ha demostrado que el tratamiento de la HTA leve mejora el pronóstico obstétrico y neonatal. Por ello, existe en la actualidad un amplio consenso a favor de tratar las HTA leves durante el embarazo, ya sean crónicas o gestacionales. En las mujeres con HTAC que proyectan un embarazo, resulta muy deseable un manejo preconcepcional para estudiar la HTA, buscar una posible HTA secundaria y adaptar el tratamiento antihipertensivo. Si la HTA se descubre al principio del embarazo, la prioridad no reside en el tratamiento, sino en la confirmación del diagnóstico. Es importante distinguir entre la HTA auténtica y la HTA de «bata blanca», en la que la presión arterial (PA) es alta en el consultorio médico, pero normal en el domicilio. En los casos dudosos, se debe valorar la medición ambulatoria de la PA. Los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) y los antagonistas de los receptores de la angiotensina II (ARA-II o sartanes) presentan toxicidad renal, a veces irreversible, cuando se continúa con ellos en el segundo y tercer trimestres. Los antihipertensivos recomendados durante el embarazo son el labetalol, la alfametildopa y los antagonistas del calcio. En cambio, los datos de la literatura son insuficientes, en cuanto a su número y calidad, como para emitir una recomendación acerca del interés durante el embarazo de la aspirina para prevenir la morbilidad materna o perinatal. Del mismo modo, los datos de la literatura no son suficientes para recomendar la programación del parto hacia las 38-39 semanas, en los embarazos con HTAC bien controlada, sin preeclampsia sobreañadida ni otra enfermedad asociada.
Palabras clave : Hipertensión arterial crónica y embarazo, Insuficiencia renal crónica y embarazo, Preeclampsia
Esquema
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