Las disneas laríngeas infantiles son frecuentes, de etiologías variadas y deben considerarse graves debido al riesgo de dificultad respiratoria aguda a corto plazo. Antes de los 6 meses de edad, se asocian con mucha frecuencia a estridor y las etiologías más frecuentes son la laringomalacia, la estenosis subglótica y la inmovilidad laríngea. Después de los 6 meses de edad, las etiologías infecciosas son frecuentes (laringitis agudas subglóticas, epiglotitis), pero también pueden observarse estenosis subglóticas o papilomatosis, por ejemplo. Debido a la función de la confluencia aerodigestiva de la laringe, las patologías responsables de disnea laríngea suelen asociarse a trastornos de la alimentación y de la voz. El principal objetivo del tratamiento es evaluar la gravedad clínica y asegurar las vías aéreas antes de plantear cualquier tratamiento etiológico.