Reconstrucción quirúrgica del ligamento cruzado posterior - 04/04/23
Resumen |
Los progresos en los últimos 10 años de la reconstrucción quirúrgica del ligamento cruzado posterior (LCP) se deben al mejor conocimiento de su anatomía y de su biomecánica. Para lograr un resultado anatómico satisfactorio, es esencial respetar la posición de los sitios de inserción, sobre todo en el cóndilo medial. La utilización del artroscopio y del amplificador de brillo mejora la precisión de la colocación del injerto. La mayoría de las técnicas descritas utilizan injertos de tendones autólogos extraídos del ligamento rotuliano, del tendón cuadricipital o de los isquiotibiales mediales. La reconstrucción puede realizarse por artrotomía o artroscopia, utilizando un injerto monofascicular (técnica «isométrica») o un injerto bifascicular (técnica «anatómica»). La segunda técnica de reconstrucción es la única que permite reproducir la fisiología del LCP con un fascículo anterolateral (ALB, anterolateral bundle) que se tensa en flexión y un fascículo posteromedial (PMB, posteromedial bundle) que se tensa en extensión. La reconstrucción monofascicular se utiliza sobre todo en las laxitudes posteriores aisladas de baja amplitud y las reconstrucciones bifasciculares en las laxitudes posteriores significativas que se combinan siempre con afectaciones periféricas. En estos casos, la reconstrucción del LCP se debe asociar a una reconstrucción periférica y, en ocasiones, a una osteotomía tibial.
El texto completo de este artículo está disponible en PDF.Palabras clave : Reconstrucción del ligamento cruzado posterior, Artroscopia, Artrotomía, Injerto tendinoso, Osteotomía tibial
Esquema
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