La diplopía binocular es la consecuencia de una afectación del sistema oculomotor. El proceso diagnóstico ante este síntoma se basa en la anamnesis y la exploración precisa del paciente, que se completan con una evaluación que depende de los datos de esta exploración inicial y en el que las pruebas de imagen ocupan un lugar casi sistemático. Las parálisis oculomotoras son la principal causa de diplopía binocular. Sus etiologías son múltiples y en ellas predominan los traumatismos, las afectaciones vasculares y la patología tumoral. Existen cuatro urgencias absolutas que se deben buscar sistemáticamente. La ruptura aneurismática debe sospechare ante cualquier parálisis del nervio III, sobre todo en presencia de dolor y de midriasis homolateral, la arteritis de células gigantes en cualquier paciente mayor de 50 años, la miastenia generalizada en caso de fluctuaciones o de signos neurológicos asociados, así como la apoplejía hipofisaria en caso de afectación de varios nervios oculomotores, a menudo dolorosa y asociada a una disminución de la agudeza visual. Aparte del tratamiento etiológico propio, es importante impedir que los pacientes vean doble.