Bocio - 25/08/22
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Resumen |
Situación frecuente observada en más del 10% de la población adulta, la definición de una hipertrofia de la glándula tiroidea requiere un enfoque riguroso. Generalmente, el estudio clínico suele bastar para confirmar la existencia del bocio y ofrece argumentos sólidos para la orientación etiológica, la valoración de su repercusión y la urgencia de los tratamientos. Es necesario completar el estudio en primer lugar con la determinación de las concentraciones de tirotropina (TSH), que condiciona el estudio etiológico. La ecografía es de gran valor para la cuantificación del volumen del bocio, la valoración o la detección de formaciones nodulares (algunas de las cuales requieren una punción con aguja fina para el estudio citológico) y para la etiología. Otros estudios sirven de ayuda para confirmar la naturaleza del bocio (determinación de anticuerpos, gammagrafía) o para su valoración preoperatoria (estudio otorrinolaringológico [ORL], tomografía computarizada [TC] y, en caso necesario, resonancia magnética [RM]).
El texto completo de este artículo está disponible en PDF.Palabras clave : Bocio, TSH, Hipertiroidismo, Hipotiroidismo, Bocio simple, Tiroiditis, Cáncer
Esquema
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