Fracturas de los huesos del carpo (salvo escafoides) - 04/03/22

Resumen |
Las fracturas aisladas de los huesos del carpo, a excepción del escafoides, son infrecuentes y de difícil diagnóstico. La tomografía computarizada y/o la resonancia magnética son las pruebas complementarias indispensables para detectarlas precozmente. Se debe tener cuidado con las asociaciones lesionales y descartar muy particularmente las lesiones carpometacarpianas, con frecuencia pasadas por alto en las fracturas de los huesos de la segunda línea del carpo, y las luxaciones intracarpianas de reducción espontánea en las fracturas de los huesos de la primera línea. El piramidal es el hueso del carpo que se fractura con mayor frecuencia (tras el escafoides). Se trata en general de una lesión por compresión con arrancamiento de un fragmento posterior. La fractura de la apófisis unciforme del ganchoso suele pasarse por alto; se origina por un traumatismo poco llamativo (traumatismo deportivo con el mango de un objeto) y se diagnostica en el estadio de seudoartrosis por complicaciones tendinosas o nerviosas. Aisladas, las fracturas de los huesos del carpo no suelen estar desplazadas y su tratamiento puede ser ortopédico. Cuando se asocian a otras lesiones, pueden entonces requerir tratamiento quirúrgico.
El texto completo de este artículo está disponible en PDF.Palabras clave : Fractura de los huesos del carpo, Tomografía computarizada, Piramidal, Ganchoso, Apófisis unciforme del ganchoso
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