La enfermedad periodontal es una enfermedad crónica e inflamatoria de origen disbiótico. Las formas más graves de la enfermedad periodontal o periodontitis, que se calcula que afectan al 11,2% de la población adulta mundial, son la principal causa de pérdida de dientes y pueden tener un impacto negativo en la salud sistémica. Las bacterias implicadas en la patogénesis de la periodontitis contribuyen directa y/o indirectamente a un estado inflamatorio sistémico. Numerosos estudios epidemiológicos, experimentales y de intervención han establecido vínculos entre la periodontitis y las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, las complicaciones del embarazo, las enfermedades respiratorias y la artritis reumatoide. La periodontitis es un factor de riesgo de aterosclerosis y enfermedades cardiovasculares, pero también de bajo peso al nacer. Tiene un impacto significativo en la incidencia y el control de la glucemia y en el desarrollo de las complicaciones de la diabetes. La periodontitis también aumenta la incidencia de enfermedades respiratorias en pacientes sometidos a cuidados intensivos. Aunque los vínculos fisiopatológicos y causales no están claramente establecidos, el tratamiento y la prevención de la periodontitis tienen un impacto decisivo en la prevención y progresión de estas enfermedades. La existencia de estas asociaciones refuerza la necesidad de una estrecha colaboración entre el médico y el odontólogo para un tratamiento óptimo del paciente.