El tabique nasal, situado en el centro de las fosas nasales, se puede visualizar actualmente en su totalidad gracias a la exploración física con nasofibroendoscopia. Está constituido por una porción anterior cartilaginosa y una parte posterior ósea. Está revestido por una mucosa profusamente vascularizada y puede ser la localización de muchas afecciones cuyo diagnóstico suele ser difícil. Los síntomas y las manifestaciones clínicas de estas distintas afecciones son inespecíficos, y a menudo motivan una imprecisión y un retraso del diagnóstico. Muchas enfermedades sistémicas pueden causar lesiones septales, que en ocasiones son el motivo que permite descubrir la patología. Por tanto, es primordial conocer las diferentes etiologías para permitir un tratamiento apropiado cuando es posible. Los autores proponen en este artículo una clasificación para guiar mejor al clínico en el tratamiento de las patologías del tabique nasal.