La etmoiditis aguda es la infección bacteriana de las celdillas del laberinto etmoidal, situado entre la órbita al nivel lateral, la porción alta de las fosas nasales al nivel medial y la base del cráneo al nivel superior y posterior. Sólo se diagnostica cuando se exterioriza. Es muy infrecuente y en los niños pequeños se produce de forma aislada, pero en los niños mayores suele asociarse a la afectación de otros senos (pansinusitis). El signo de alarma es la aparición de un edema en el ángulo interno del ojo, que se extiende con más o menos rapidez a las estructuras adyacentes, en un contexto febril. Las formas atípicas pueden hacer que se sospechen otros diagnósticos, que se descartarán mediante la anamnesis y la exploración física, completadas en ocasiones con varias pruebas complementarias. Los microorganismos responsables más frecuentes son Streptococcus pneumoniae, Staphylococcus aureus, Haemophilus influenzae y los anaerobios. Puede ser necesario realizar pruebas de imagen para comprobar la ausencia de complicaciones orbitarias y endocraneales que pueden comprometer el pronóstico vital y visual. El tratamiento se basa en la antibioticoterapia parenteral adaptada a los microorganismos responsables. Las complicaciones orbitarias y endocraneales pueden requerir tratamiento quirúrgico que se realiza por vía endonasal y/o por vía externa, dependiendo de la localización del absceso.