En pediatría, las afecciones de la cadera son numerosas, a menudo relacionadas con anomalías de crecimiento y la anatomía particular de la articulación coxofemoral. Cualquiera que sea la patología que afecte a esta articulación, la evolución natural conducirá a trastornos estructurales irreversibles en la mayoría de los casos, por lo que es necesario actuar con prontitud para proteger la articulación fragilizada y evitar su deterioro. También se debe facilitar la congruencia de las superficies articulares para que los fenómenos de reconstrucción se produzcan en condiciones óptimas. El tratamiento ortopédico consiste en el reposo y/o la inmovilización de la articulación para protegerla y evitar lesiones secundarias. La cirugía sólo interviene en casos de traumatismos o secuelas estructurales significativas. El papel del kinesiterapeuta es vigilar los diversos métodos de contención e informar y educar a la familia. También participa en el mantenimiento de la movilidad de la articulación coxofemoral y las otras articulaciones durante los períodos de tracción. Además, contribuye a la reanudación del apoyo y la marcha después de la cirugía.