En Francia, el número de nacimientos en mujeres seropositivas es de alrededor de 1.500 al año. Gracias a los tratamientos antirretrovirales que se utilizan sistemáticamente durante el embarazo, se ha podido constatar una disminución espectacular de la transmisión madre-hijo del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), que ahora es inferior al 1%. El embarazo es un momento muy favorable para instaurar el seguimiento de las mujeres que conviven con el VIH, no sólo desde el punto de vista médico, sino también psicológico y social, para estas pacientes en situaciones a menudo precarias. Si el tratamiento durante el embarazo permite un buen control virológico, la atención obstétrica de las mujeres infectadas por el VIH puede aproximarse prudentemente a la que se aplica a las mujeres no infectadas, en particular con la posibilidad del parto por vía vaginal.