La hipermovilidad es un síntoma que se encuentra de forma regular en la práctica reumatológica y que se define como la capacidad para movilizar, pasiva y/o activamente, una articulación o un grupo de articulaciones más allá de los límites fisiológicos propios de la edad. La hipermovilidad puede ser asintomática, pero también puede dar lugar a complicaciones como dolor, esguinces o luxaciones. Se distingue entre hipermovilidad localizada y generalizada, sintomática o asintomática. Un gran número de enfermedades puede asociarse a hipermovilidad. Una exploración física cuidadosa posibilita la búsqueda de los principales síndromes genéticos que se le asocian. En caso de enfermedades genéticas asociadas, se habla de hipermovilidad sindrómica. Entre las enfermedades genéticas asociadas a hipermovilidad, las más frecuentes son los síndromes de Ehlers-Danlos (SED); se ha propuesto una subdivisión de estos SED. El síndrome de hipermovilidad articular benigna, que a veces se confundía con el SED hipermóvil, carece actualmente de entidad nosológica. El tratamiento de la hipermovilidad es ante todo sintomático y debe ofrecerse consejo genético si se sospecha una enfermedad genética.