Las enfermedades óseas y del metabolismo mineral son frecuentes en los pacientes que sufren enfermedades renales crónicas (ERC) y se asocian a manifestaciones clínicas, en particular dolor óseo y fracturas. La asociación entre los factores de riesgo clínicos clásicos y los que se relacionan con la ERC aumenta el riesgo de comorbilidad y mortalidad. A pesar de los avances significativos en la comprensión de las enfermedades óseas, la diversidad de objetivos clínicos y bioquímicos explica el tratamiento insuficiente de la fragilidad ósea en la ERC. La suplementación con vitamina D se utiliza ampliamente, pero sus efectos sobre la prevención de las fracturas y la morbilidad siguen siendo controvertidos. Se recomienda la repleción de 25-hidroxivitamina D en los pacientes con ERC, a fin de reducir loas altas concentraciones de hormona paratiroidea (PTH) que se asocian a las fracturas. El control óptimo de la PTH también mejora la mineralización ósea y disminuye los biomarcadores óseos circulantes, como la fosfatasa alcalina y el P1NP (péptido del procolágeno). Este artículo presenta una síntesis de la literatura relativa a la fisiopatología de la osteodistrofia renal y los episodios de fractura. Con el fin de entender mejor la fragilidad ósea que acompaña a la ERC, es necesaria una mejor comprensión del impacto que tienen las modificaciones del metabolismo mineral. Por último, la prevención de las fracturas recurre a las experiencia conjunta de profesionales de diversas disciplinas médicas.