El tratamiento anestésico del paciente en cirugía dermatológica se suele basar en la anestesia local. La anestesia tópica o de contacto, la infiltración perilesional, la anestesia locorregional para las ramas terminales del nervio trigémino (cara) y para los dedos de la mano y los dedos del pie las realiza el cirujano. Su práctica precisa un adecuado conocimiento de la anatomía de los nervios periféricos, así como de la farmacología de las sustancias utilizadas y de sus efectos secundarios. En algunos casos, se pueden o deben utilizar otras técnicas: anestesia local tumescente, anestesia locorregional, sedación y anestesia general. La sedación con óxido nitroso es un método destinado a desarrollarse, especialmente en el niño, y también puede realizarlo el propio cirujano.