Infección urinaria y embarazo - 29/10/18
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Resumen |
Las infecciones urinarias son afecciones frecuentes y potencialmente graves durante el embarazo. Los cambios hormonales, anatómicos, químicos e inmunológicos relacionados con el embarazo favorecen su aparición. La contaminación es principalmente ascendente. Escherichia coli es responsable del 75-90% de las infecciones urinarias gravídicas. Los factores de riesgo para la colonización y la infección urinaria durante el embarazo son: antecedentes de infección urinaria, bajo nivel socioeconómico, actividad sexual regular y diabetes pregestacional. La colonización urinaria se define por una bacteriuria asintomática significativa mayor o igual a 105 unidades formadoras de colonias por mililitro. Su prevalencia se estima en el 2-10%. Puede complicarse en el 30% de los casos por pielonefritis aguda. Por lo tanto, la detección sistemática de la colonización urinaria está indicada durante el embarazo. El tratamiento de la colonización urinaria durante el embarazo debe adaptarse a los resultados del antibiograma. La duración recomendada del tratamiento es de 7 días (a excepción del tratamiento de dosis única con fosfomicina-trometamol). La prevalencia de cistitis aguda en el embarazo se estima en el 1-2%. El diagnóstico se basa en la presencia de signos clínicos sugestivos y un examen citobacteriológico de orina (ECBO) que muestra leucocituria y bacteriuria significativas. El tratamiento de la cistitis aguda es probabilista y secundariamente adaptado a los resultados del antibiograma. La fosfomicina-trometamol en dosis única es el tratamiento probabilista de elección. La prevalencia de pielonefritis aguda gravídica se estima en el 0,5-2%. El principal riesgo de la pielonefritis aguda en el embarazo es la sepsis materna o incluso el shock séptico. También parece estar asociada con un mayor riesgo de prematuridad. En primer lugar, se deben buscar los signos de gravedad a favor de la sepsis materna, la pielonefritis obstructiva aguda o la amenaza de parto prematuro. El diagnóstico se basa en la presencia de signos clínicos sugestivos, asociados con la detección de leucocituria y bacteriuria significativas en el ECBO. Para evaluar las repercusiones en la madre, se solicita un análisis de sangre con hemograma, proteína C reactiva y creatinina sérica, así como una ecografía renal y de vías urinarias. Una evaluación de la repercusión fetal también es esencial. La hospitalización inicial generalmente es necesaria. El tratamiento de la pielonefritis aguda gravídica es probabilista y secundariamente adaptado a los resultados del antibiograma. Debe iniciarse tan pronto como sea posible después de obtener las muestras bacteriológicas. Las cefalosporinas inyectables de tercera generación representan el tratamiento probabilista de elección para la pielonefritis aguda no grave y grave durante el embarazo, sin factor de riesgo de enterobacterias productoras de betalactamasas de espectro amplio. En presencia de signos de gravedad, se recomienda una biterapia que incluya amikacina durante 1-3 días. La duración total recomendada del tratamiento es de 10-14 días. En estas tres situaciones de infecciones urinarias durante el embarazo, se debe realizar un ECBO de control 8-10 días después del final del tratamiento y luego una vigilancia mensual hasta el parto.
El texto completo de este artículo está disponible en PDF.Palabras clave : Infección urinaria, Colonización urinaria gravídica, Bacteriuria asintomática, Cistitis aguda, Pielonefritis aguda
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