Anatomía y biomecánica del gran artejo o hallux - 21/07/18

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El gran artejo (o hallux) prolonga el arco medial y pertenece al pie astragalino, especializado en la función propulsiva. Incluye dos falanges (F1 y F2) articuladas por una trocoide y se articula por la base de F1 con la cabeza del primer metatarsiano (M1), al cual está conectado por una cápsula fibrosa plantar reforzada por un mecanismo sesamoideo que lo une al sistema musculotendinoaponeurótico. La base de F1 y el sistema capsulosesamoideo forman una cavidad glenoidea en la que se desliza y rueda la cabeza de M1. Ocho músculos (cuatro de ellos intrínsecos) dan movimiento al hallux, que se conecta a todas las estructuras anatómicas proximales, lo que explica la precisión de su funcionamiento. Su patología, tanto traumática como degenerativa, es extremadamente frecuente; también se encuentra afectado en las enfermedades inflamatorias y metabólicas. Aunque no es estrictamente necesario para la locomoción, es necesario para ritmos rápidos debido a la potencia de propulsión requerida. Para tratar las patologías que lo afectan es necesario conocer bien su biomecánica. Restaurar la función del hallux a veces es difícil si se quiere asegurar al mismo tiempo ausencia de dolor, movilidad, estabilidad y fuerza de apoyo. El hallux presenta los dos últimos pivotes de la marcha situados al nivel de las articulaciones metatarsofalangosesamoidea (3.er pivote) e interfalángica (4.° pivote), donde las tensiones dinámicas son a veces enormes. Estos pivotes de movimiento también son útiles para la aceleración, la marcha rápida, la carrera y diversas actividades, incluidas actividades deportivas; el hallux puede considerarse el dedo del rendimiento. El sacrificio de la movilidad del tercer pivote por artrodesis a veces es necesario para asegurar una fuerza eficaz de apoyo del pulpejo. El ajuste óptimo de su posición requiere tener en cuenta la biomecánica del pie y la marcha en relación con el contexto individual. La precisión de su biomecánica debe tenerse en cuenta para el diseño de las artroplastias, ya que, según la amplitud de movimiento, la articulación metatarsofalangosesamoidea se comporta como una bisagra o como una articulación diartrodial bicondílea compleja, lo que se aleja bastante de la rótula esférica o de la condílea simple, que a menudo han servido de modelo para el diseño de las artroplastias totales.
El texto completo de este artículo está disponible en PDF.Palabras clave : Biomecánica, Gran artejo, Hallux, Aparato sesamoideo
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