Fracturas patológicas del adulto y del niño - 12/05/18
Resumen |
Las fracturas patológicas presentan particularidades diagnósticas y terapéuticas que no deben pasarse por alto para evitar el riesgo de comprometer al menos el pronóstico funcional, o incluso el pronóstico vital del paciente en caso de tumor maligno. El carácter patológico de una fractura debe sospecharse ante cualquier anamnesis que se salga de lo habitual, en particular en ausencia de traumatismo, basándose en la simple exploración física y la radiografía ósea. A continuación, se confirman el carácter patológico y el diagnóstico causal mediante pruebas complementarias orientadas por la exploración inicial. Entre las distintas causas posibles de fractura patológica, se pueden identificar tres grupos de patologías. La fractura que se produce en un hueso tumoral, en la mayoría de los casos en una metástasis, la fractura en una enfermedad ósea adquirida y la que se produce en una patología ósea congénita. En la mayoría de los casos, la biopsia ósea realizada según unas reglas estrictas es un prerrequisito de cualquier tratamiento de una fractura en un hueso tumoral. Cuando se establece el diagnóstico etiológico de la patología, conviene definir una estrategia terapéutica clara y saber si la prioridad terapéutica corresponde a la fractura o a la patología subyacente. En los casos de tumores óseos malignos, esta estrategia debe establecerse obligatoriamente en una reunión de concertación pluridisciplinaria. Conviene tratar de forma simultánea la fractura y la patología causal. El tratamiento de la fractura se basa en unas reglas claras y se adapta al contexto de cada patología. En caso de osteosíntesis de fractura en una metástasis, siempre hay que tratar de obtener la consolidación y la radioterapia postoperatoria es la norma.
El texto completo de este artículo está disponible en PDF.Palabras clave : Fractura patológica, Biopsia, Metástasis, Cirugía reconstructiva
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