El dolor en los pies no es un fenómeno normal en los niños en crecimiento. Es un síntoma al que el médico debe prestar atención y que, por lo tanto, no debe pasar por alto. Esto constituye un motivo suficiente que justifica un razonamiento diagnóstico ante el pie doloroso. A través de este razonamiento, es preciso distinguir entre el dolor crónico y el dolor agudo. El dolor agudo sugiere un traumatismo o una infección, sobre todo si existe fiebre. Aunque se trate de una enfermedad poco frecuente, el dolor crónico debe hacer pensar, en primera instancia, en un tumor maligno. A continuación, la exploración ha de distinguir entre pie cavo y pie plano. El pie cavo tiene una causa neurológica mientras no se demuestre lo contrario. El pie plano contracturado orienta hacia una sinostosis. Las causas más frecuentes son las osteocondrosis; a la cabeza de éstas se encuentra la enfermedad de Sever. Sin embargo, en la práctica, el razonamiento debe llevar a pensar, en primer lugar, en los diagnósticos graves y, luego, en los demás diagnósticos por eliminación.