Las quemaduras del cuero cabelludo son frecuentes en la infancia, por el derramamiento de líquidos calientes, y en adultos por el retorno de llamas. Las quemaduras profundas o infectadas pueden causar secuelas alopécicas extensas, con repercusión social y psicológica. El tratamiento de las secuelas de quemaduras del cuero cabelludo consiste en la mayoría de los casos en la expansión cutánea; la piel del cuero cabelludo es idónea para la realización de colgajos expandidos. Esta es la única técnica que permite una reparación idéntica al cuero cabelludo original. La elección del número de prótesis, de su forma, su volumen y su localización depende de las características de la piel que se va a tratar y de la piel sana restante; es una técnica exigente, demandante para el paciente y no exenta de complicaciones. A pesar de todo, la expansión del cuero cabelludo es el tratamiento de referencia debido a los excelentes resultados obtenidos. Los mini y los microinjertos capilares, así como la dermopigmentación son métodos adyuvantes útiles para las cicatrices de pequeño tamaño o como complemento de los colgajos expandidos.