Las fracturas del extremo distal del húmero (o fracturas de la paleta humeral) representan una parte importante de la actividad traumatológica pediátrica. Casi siempre están causadas por una caída con recepción sobre la mano. La fractura supracondílea es la más frecuente con gran diferencia (dos tercios de los casos). La evolución del aspecto radiológico de la paleta humeral durante el crecimiento, relacionada con la aparición y el desarrollo de cuatro núcleos de osificación puede dar lugar a errores diagnósticos y estratégicos, por lo que su conocimiento es indispensable. El extremo distal del húmero sólo produce el 20% del crecimiento humeral, de modo que el potencial de remodelación ósea de estas fracturas es escaso. Por tanto, el tratamiento debe permitir obtener y estabilizar una reducción anatómica. El tratamiento ortopédico puede permitir tratar ciertas fracturas no desplazadas, pero se debe asociar a un control radiológico estrecho. Las fracturas desplazadas pueden reducirse a foco cerrado o a cielo abierto, pero siempre se requiere anestesia general. Cuando es necesaria una osteosíntesis, se realiza mediante agujas de Kirschner. El codo es una articulación en la que la rigidez aparece rápidamente. El tratamiento debe permitir una movilización rápida del codo, idealmente a las 4-6 semanas. Sin embargo, los niños recuperan sus amplitudes articulares más fácilmente que los adultos y la autorrehabilitación suele permitir obtener movilidades normales en unas semanas. El desplazamiento secundario es la complicación más frecuente. Se debe a una estabilización insuficiente de la fractura relacionada con un defecto técnico o de evaluación de la inestabilidad.