Fármacos cardiovasculares y anestesia - 30/07/16
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La administración per y postoperatoria de fármacos cardiovasculares debe tener en cuenta sus efectos farmacológicos, que garantizan la prevención de las complicaciones cardiovasculares postoperatorias pero aumentan la vulnerabilidad del paciente operado frente a las demandas circulatorias perioperatorias. La continuación o suspensión de estos tratamientos, que han sido objeto de recomendaciones, se integra dentro de una estrategia de prevención de las complicaciones circulatorias postoperatorias que alteran la esperanza de vida del paciente que ha sido sometido a una intervención quirúrgica. La mayoría de los pacientes quirúrgicos de riesgo admitidos en medio quirúrgico reciben a largo plazo bloqueantes del sistema renina-angiotensina, betabloqueantes o estatinas en el marco de una prevención primaria o secundaria de la enfermedad coronaria. Los bloqueantes o antagonistas del sistema renina-angiotensina se deben interrumpir 24 horas antes de la cirugía, ya que exponen a trastornos circulatorios peroperatorios que alteran la función renal. Las estatinas y los betabloqueantes prescritos a largo plazo se deben continuar en el período perioperatorio, ya que su interrupción puede engendrar un efecto rebote. Las estatinas tienen efectos beneficiosos incondicionales que son más importantes cuanto mayor es el riesgo cardiovascular del paciente sometido a cirugía y cuanto más temible es el riesgo de complicaciones postoperatorias en el postoperatorio. En los pacientes de riesgo que son remitidos para una cirugía mayor, se debe considerar el inicio de un tratamiento con estatinas lo antes posible. Aunque los efectos beneficiosos de los betabloqueantes sobre la lesión miocárdica postoperatoria son reales, estos fármacos exponen a un riesgo de insuficiencia circulatoria aguda, de accidente cerebrovascular o incluso de muerte postoperatoria si aparecen durante la intervención quirúrgica y, sobre todo en el postoperatorio, una hipotensión, anemia, estado séptico o una complicación quirúrgica. Si se han prescrito, es necesario corregir la anemia postoperatoria y será necesario también discutir la continuación del tratamiento en caso de que aparezca una complicación médico-quirúrgica postoperatoria. Además, no se debe instaurar un tratamiento con betabloqueantes antes de una intervención quirúrgica en los pacientes que no estén tratados a largo plazo con estos medicamentos.
El texto completo de este artículo está disponible en PDF.Palabras clave : Anestesia, Fármaco cardiovascular, Insuficiencia coronaria, Estatinas, Betabloqueantes, Sistema renina-angiotensina
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