Reanimación cardiopulmonar en el medio hospitalario - 19/05/22
Resumen |
La American Heart Association emitió en 1974 las primeras recomendaciones sobre reanimación cardiopulmonar y, desde entonces, se han actualizado regularmente hasta 2015. La especificidad de la reanimación cardiopulmonar intrahospitalaria se reconoció por primera vez en 1997, lo que explica el retraso en la implantación de la «cadena de supervivencia intrahospitalaria». Esta cadena de supervivencia requiere la formación, con mantenimiento de las habilidades del personal del hospital, con respecto a los procedimientos de reanimación cardiopulmonar básica y a la utilización de un desfibrilador externo automático; la provisión de carros de urgencia y desfibriladores en diferentes zonas estratégicas de los centros; la evaluación de las prácticas por parte de un comité intrahospitalario, y el registro de los episodios. Se debe distinguir entre el paro cardíaco del paciente monitorizado y el del paciente no monitorizado. El paro cardíaco del paciente monitorizado es el que se produce en el quirófano o en la unidad de cuidado intensivo: presenta particularidades en cuanto al diagnóstico y el tratamiento, relacionadas con la existencia de la monitorización y, frecuentemente, de ventilación asistida. En caso de paro cardíaco debido a una sobredosificación de anestésicos locales en una anestesia locorregional en un paciente no ventilado, se proponen actualmente tratamientos «específicos». El paro cardíaco del paciente no monitorizado se inscribe en el algoritmo terapéutico general del paro cardíaco extrahospitalario. Sin embargo, plantea un verdadero problema de política sanitaria, con respecto a la aplicación de la cadena de supervivencia intrahospitalaria preconizada en las recomendaciones nacionales e internacionales.
Le texte complet de cet article est disponible en PDF.Palabras clave : Paro cardíaco, Reanimación cardiopulmonar intrahospitalaria, Cadena de supervivencia, Quirófano
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