La analgesia postoperatoria es inseparable de la seguridad del paciente. Tiene en cuenta todo el recorrido clínico, los antecedentes y las particularidades personales, el contexto y el entorno del paciente, incluido el personal sanitario. Las recomendaciones de las sociedades científicas han permitido, en paralelo a los sucesivos planos de «dolor», promover técnicas analgésicas sofisticadas, pero también establecer una estrategia analgésica individualizada. La multimodalidad de la analgesia postoperatoria actual incluye no sólo la combinación de medicamentos y técnicas de anestesia locorregional, sino también el preacondicionamiento físico (mejora de la capacidad funcional), la educación preoperatoria del paciente pero también de su entorno, la detección y anticipación de la vulnerabilidad al dolor (paciente con dolor crónico, edades extremas, drogadicción y depresión, particularidades genéticas) y el apoyo postoperatorio (en particular en el contexto de una mejor recuperación después de la cirugía). El ahorro de morfina durante y después de la cirugía es uno de los puntos centrales de una analgesia postoperatoria eficaz. Reduce el fenómeno de hiperalgesia y el consumo de opioides en el período postoperatorio, sobre todo en el caso de las poblaciones más vulnerables. La ketamina en dosis bajas es el principal agente antihiperalgésico y ayuda a reducir el riesgo de dolor postoperatorio crónico. Lo mismo ocurre con la analgesia perimedular actual (analgesia epidural continua y analgesia espinal con morfina), que ha demostrado ser eficaz en particular en la cirugía toracoabdominal mayor. La analgesia eficaz se mide en reposo, pero sobre todo en condiciones dinámicas mediante herramientas adaptadas. Permite un mayor bienestar pero también una mejor rehabilitación y, por lo tanto, una reducción de la estancia hospitalaria. Por último, se están desarrollando nuevas tecnologías digitales para la vigilancia a distancia de la analgesia postoperatoria con un potencial significativo, en particular en el contexto de la seguridad de los pacientes que reciben morfínicos.